01 diciembre 2008

Hospitalarias realidades

Acabo de ver un capítulo de Grey´s Anatomy. La emergencia: un grupo de chicos adolescentes tuvieron un accidente. El tema: la (in)madurez y los traumas del secundario.
Empecé viendo Chicago Hope. Luego pasé las primeras 5 temporadas de E.R. Me cansé y abandoné el tema, retomando, años más tarde, con Scrubs, Grey´s Anatomy y Dr. House.

Dejando de lado el puterío interno de los hospitales -que es lo que nos hace seguir viendo la historia-, dejando de lado el morbo por la sangre y los accidentes, dejando del otro lado la capacidad para estar perfectamente maquillados y peinados después de 48 horas de guardia. Creo que lo más atrayente de este tipo de programas, es que nos llevan a un mundo dónde todos los profesionales están dispuestos a dar lo mejor de sí para salvaguardar la vida de sus pacientes. Ellos no sólo se afectan a nivel médico, sino emocional. Cuidan a sus pacientes, se preocupan y hasta pueden llegar a hacer cirugias sin cargo, sólo por su enorme capacidad de dar.
Creo que vemos estas series con gran afán porque todos hemos estado, alguna vez, en un hospital. Y aunque sepamos a ciencia cierta que eso no pasa, no perdemos las esperanzas.
Es que nadie, jamás, y mucho menos en yankylandia, podría poner los huevos sobre la mesa y darnos un personaje "médico" con título comprado. Nadie pondría, ni en el cínismo de House (L) a un médico diciendo "uno menos" cuando se muere un paciente. Nadie nos mostraría una serie dónde se deja ir de la clínica (al menos sin mostrar el llanto y la lucha de los doctores)a un paciente cuyo tratamiento no ha finalizado. Nadie mostrará jamás (quizás la excepción son los unitarios incriminadores cómo lo era "sin condena") a un médico que receta tal o cual pastilla porque tiene convenio con algún laboratorio. Nadie.
Ese tipo de conducta no es digno de mostrarse en televisión, al menos no sin crítica alguna y sin una pelea de TODOS los buenos contra El malo.
Y eso es lo que hace que las sigamos viendo. Si las historias de amor están bien planteadas, lo mismo podría ocurrir en una planta nuclear, en una verdulería o en un callcenter. Pero sucede con estos semi-dioses que salvan vidas, que se esfuerzan y nos curan. Y queremos pensar que los nuestros también son así, que dan todo por nuestros seres queridos, desde el director del hospital hasta la recepcionista. Porque así sabremos que pasó, porque tenía que pasar, y no por negligencia. Nadie quiere pensar en mala praxis cuando suena el teléfono a las cuatro de la mañana y una voz desconocida pregunta por nosotros y reclama nuestra presencia en la morgue del hospital...

2 comentarios:

PEDRO GERMÁN CABALLERO dijo...

Marian, desde q nací recorrí los pasillos del hospital de mi pueblo: Mi vieja es enfermera y (no me da calor decirlo) una de las más queridas de Rauch.

Más allá de todo 'puterío' q puede haber como en todo laburo, es impresionante lo Humano q hay que ser para dedicarse a atender a otras personas.

Y tal cual lo decís: Es un laburo conjunto de todo el hospital. Todo en pos de la vida.

Hay, como en todos lados, personas garcas q siempre buscan sacar ventaja. Seguro se mandaron cagadas, pero te aseguro q son los pocos. Alguien sin humanidad no labura en un lugar así.

Hoy en día, mi hno un año menor q yo adoptó la profesión de mi vieja y tb se recibió y labura de enfermero. Es un capo.

¿Sabés qué? Justo recién me estaba diciendo q le consiga toda la temporada de 'Scrubs', una de las series q mencionas...

Café (con tostadas) dijo...

Hay un médico así, yo lo conozco...

No puedo decir mucho más, estyo de acuerdo con tu lectura pero la idea del teléfono sonando a las 4 de la mañana me dejó con los dedos tiesos.