Me molesta soberanamente cuando como algo, que no cociné yo, sentir un pequeño ruidito entre los dientes, alguna dureza que puede ser hueso, vidrio, lana de acero. Algo duro que no forma parte de mi comida y que después de detectado en un rechinar de dientes se pierde en mi boca para no ser nunca jamás encontrado.
En esos momentos sólo me resta pedir a dios que eso, sea lo que sea, no me corte la garganta y me haga morir desangrada y muda.
02 marzo 2009
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5 comentarios:
boloda! a mi tambien me pasa, me pasaba con una muzzarella que compraba en una fiambreria de aca, siempre tenia piedritas o algo asi
justo cuando siento eso, aprieto el freno de emergencia a todo el aparato digestivo, incluida masticación y tragamiento, y no puedo dejar de expeler todo el bocado y realizar una minuciosa autopsia hasta encontrar la partícula en cuestion. No puedo dejar de hacerlo, es asqueroso, pero no es mi culpa.
yo sabia que no era la unica!
yo trato de pensar que solo es cascara de huevo o una pimienta....
yo trato de pensar que solo es cascara de huevo o una pimienta....
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