Y se acaba...

Por primera vez en la vida, siento que el tiempo no se me escurrió entre los dedos como si tratara de agarrar arena. Por primera vez siento que la vida no es algo que me pasó por la cara, sino que la aproveche al máximo. Ninguna de las cosas que me pasaron las sentí como irreales. Si, es verdad que algunas fueron más que espléndidas. Pero no las sufrí, las viví las incorporé y las hice mias. Y así me siento. Espléndida. jaja. y ahora viene diciembre, con sus visitas y sus aires festivos. Tengo muchas cosas por las que festejar y muchos con quien quiero chocar mis copas (otros tantos a quienes les vaciaría un vaso en la cabeza y algunos pocos a los que le rompería la botella de sidra en la nuca).
Si algo marco mi año fue la compañía de mis amigas. La incorporación de otros, y el rencuentro con algunos viejos y alejados. El cambio de paradigma, para ver todo color arcoiris y seguir remando a pesar de tener la corriente en contra, con tormenta, con sol, con niebla y nieve.
Más feliz, más madura y más centrada. Menos orgullosa y más vulnerable (el otro dia lloré como 30 segundos frente a mis amigas, nuevo record!).
Esta semana termino de escribir un corto y se me acabó el ciclo lectivo. Así que arranco diciembre con mucha libertad y mucho jolgorio. Con nuevos planes y la gente de siempre. Con muchos abrazos y encuentros y eventuales despedidas. Y siempre, con la frente bien alta y una sonrisa, aunque irónica, en la cara.


pd: demasiada emoción para un lunes, no?