Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. ¿y?. El hecho de que a un genocida le condenen a cadena perpetua a edad tardía cuando puede gozar de prisión domiciliaria con grandes comodidades quizas no regocije a muchos. Pero eso ya no importa. Cuando una persona no está en posición de corregirse y enmendar, da lo mismo. No es un castigo al delincuente, sino una lección para la sociedad. Que en su propia provincia, dónde gorbernó por tanto tiempo se le grite asesino en la cara no es cosa menor. Estamos hablando de dictadura, de represión, de genocidio. Estamos hablando de Estado, de Democracia, de República. Y es allí dónde se concibe la importancia histórica de este juicio: Porque la jurisprudencia hace historia. Porque el correcto uso de la justicia nos permite delimitar lo que está bien de lo que está mal. Y si, suena muy infantil, pero lo siento asi. Me importa un pito si bussi siente algo de culpa o asco por sus actos, si lo cuelgan de los huevos en plaza de mayo o si se va de vacaciones a verona, porque aunque opte por la de la plaza, me parece más importante dejar de alimentar a esas bocas que dicen que durante el golpe no paso nada, o que hubo una guerra. Y si nuestros padres quieren seguir pensando que no se sabia, bueno, pues que ahora se sepa y punto.
Espero no haber sido muy confusa.
30 agosto 2008
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