02 julio 2009

deber social

Lo busqué, lo busqué. Y el que busca, encuentra.

Si seniores y senioras lectores de este blog (por estupidez, obligación, ganas o puta casualidad) lo encontré.

Magoya existe!

Y dije "dale nena, postea la página en tu blog" pero me dio cosa, mirá si tengo que poner la dirección y el teléfono de una persona real que por motivos de confianza en el sistema (paabre!) le voy a arruinar la vida a una persona. No, no. (que me pasa? estoy sensibilizándome? no se hace uno más duro con el tiempo?) Entonces si. si alguien quiere molestar a Magoya, vaya y búsquelo (en las páginas blancas, querido sisi) y moléstelo por su cuenta. No considero que deba hacerse (www.paginasblancas.com.ar), ya que me parece de muy mal gusto (vas ahí dónde dice personas e ingresás el apellido). Así que voy a suponer que no lo van a hacer, (y apretá buscar, huevón!) y que son todos lectores responsables.

pero era mi deber enunciar que cada vez que pidan algo y les manden a pedirselo a magoya, tienen una chance.

1 comentario:

Café (con tostadas) dijo...

JAJAJAJAJAJ

nosotras, en la adolescencia, dejábamos el teléfono de un señor que había maltratado (?) a una de mis amigas. Cada pesado de boliche que pedía teléfono... terminaba llamándolo al señor.

Me hiciste acordar. No era Magoya pero casi! :P